El tradicional Domingo de Ramos, que año tras año marca el inicio de la Semana Santa para los católicos, desbordó las expectativas en asistencia a la celebración eucarística donde cientos de fieles recordaron la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
En la Homilía, el párroco nos invitó a seguir el ejemplo de servicio de Jesús siervo que se entrega por los hijos de Dios, entregándose como cordero manso y fue redimido con su propia sangre.
De esta manera, el presbítero Angel Smir Oliveros, agradece y eleva mil bendiciones a todos los hogares que integran esta comunidad.