Celebración del Domingo de Ramos en la Comunidad

Hoy recordamos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Fue una entrada grandiosa y al mismo tiempo, humilde. La ciudad estaba llena de peregrinos para celebrar la pascua judía, una gran multitud rodeó a Jesús  y con ramos de olivos y palmas en las manos lo acompañó en su entrada en la ciudad, entre cánticos y exclamaciones. Muchos lo seguían con fe y esperanza. 

La celebración en nuestra parroquia en este día se conformó en dos momentos importantes: la procesión y la eucaristía con bendición de los ramos. Los ramos benditos se llevan a la casa como signo de la bendición de Dios, de su protección y ayuda. Se colocan sobre un crucifijo o cuadro religioso y es un sacramental, o sea nos recuerdan algo sagrado, nos recuerda que hemos aclamado a Jesús nuestro Rey y que lo seguimos hasta su Cruz y que durante todo el año lo seguimos aclamando resucitado. 

Reflexionemos en las veces que aclamamos a Jesús como lo hicieron los judíos, y en otras tantas cuando lo negamos, lo condenamos a muerte con nuestros pecados. Compartimos con ustedes la celebración realizada el día de hoy en nuestra parroquia, la cual contó con una asistencia aproximada de 300 fieles, no solo de nuestra comunidad sino de otros sectores de la ciudad y el país.